sábado, 17 de enero de 2009


"Entonces tomó mi cara entre sus manos, casi con rudeza y me besó en serio, moviendo sus labios insistentes contra los míos. Realmente no había excusa para mi comportamiento. Ahora lo veía mas claro. Como es lógico. De cualquier modo, parecía que no podía dejar de comportarme como lo hice la primera vez; en ves de quedarme quieta , a salvo, mis brazos se alzaron para encontrarse apretadamente al rededor de su cuello y me quedé de pronto soldada a su cuerpo, duro como la piedra. Suspire y mis labios se entre abrieron.Se tambaleó hacia atrás, dashaciendo mis brazos sin esfuerzo.- se desasió jadeando- ¡Eres mi predición! Te juro que lo eres...(...)"

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